En diálogo con la Agencia Provincial de Noticias, Pla Cárdenas comenzó recordando los inicios de la pandemia, “desde marzo 2020 empezamos con el CEAR sin saber a qué nos enfrentábamos. El Gobierno de la Provincia, decidió a través del Ministerio de Salud desarrollar el CEAR en el edificio originalmente destinado al Centro de Medicina Nuclear transformándolo en la primera área de atención de pacientes críticos infectados de coronavirus”.
Mientras tanto el Hospital Lucio Molas continuaba con sus funciones asistiendo las patologías habituales “llegó un momento en el cual el CEAR no dio abasto ante la cantidad de pacientes que concurrían con cuadros moderados o graves, por lo que la terapia del Molas tuvo que reconvertirse en terapia para pacientes con COVID".
Posteriormente y luego de un largo período descendió el número de patologías vinculadas a este virus y la terapia volvió a reconvertirse en atención de pacientes polivalentes (sean o no COVID)”, detalló el profesional.
Ante la probabilidad que pudiera aumentar la cantidad de pacientes se pensó en ampliar la estrategia de atención, “el CEAR ya no tenía camas disponibles para la atención e imposibilidad de aumentarlas, el Ministerio junto con la Dirección del Hospital decidieron ampliar el número de camas en el área de Clínica Quirúrgica reconvirtiéndolas en camas de terapia intensiva".
Rápidamente se adquirió equipamiento, camas de UTI, respiradores, bombas de infusión, monitores multiparamétricos, etc, para la dotación de la nueva terapia.
Al mismo tiempo se incorporaron modulares en la Guardia, que aumentaron de seis a doce las camas de terapia intensiva. “El hecho fundamental de volver al Molas, es que ante una alta demanda como pensamos que puede llegar a ocurrir, necesitamos dar una atención rápida y eficaz. Para lograr este objetivo es necesario concentrar a todo el recurso humano que es que el mismo que arrancó en marzo del 2020, pero que hoy está agotado y estresado por lo que obviamente tenemos que estar más juntos para dar ese tipo de respuestas incluso en la guardia médica”, expresó.
Camas de terapia intensiva
El Hospital Molas pasó de 12 a 56 camas de terapia intensiva todas con su equipamiento. “Las camas del CEAR estarán en el Molas. No se reduce el número de ellas sino por el contrario aumentó, por ese motivo tenemos que tener a todo el personal idóneo concentrado en el mismo lugar”.
El CEAR quedó con todo el equipamiento correspondiente “ante la posibilidad que fuera necesario recurrir temporalmente al uso de esas camas. Quedan en stand by según la demanda. En este momento tenemos un respiro porque el número de casos de COVID disminuyó. Pero al haber mayor circulación de las personas tenemos patologías no COVID, que también están requiriendo camas de terapia intensiva y, por otro lado, la presencia de la variante Delta que no sabemos la magnitud que puede llegar a tener. Sí se sabe que es mucho más contagiosa que las mutaciones anteriores”, declaró.
Plan de vacunación
El jefe de Terapia Intensiva destacó que hay un muy buen plan de vacunación en la Provincia, “de una primera dosis hay un 65% de la población vacunada y aproximadamente un 47% tiene la segunda dosis de la vacuna, más las que están llegando. Esto implica que inmunológicamente estemos en mejores condiciones para poder hacer frente a la infección por el virus. Lo cierto es que la población tiene que estar vacunada, cuanto más porcentaje se alcance, el impacto del virus será menor".
Finalmente, destacó la excelente predisposición al diálogo para alcanzar los consensos necesarios ante el escenario tan cambiante de la pandemia. “Fines de semana, madrugadas, todos dispuestos a trabajar y a colaborar. Nunca nadie quejándose. Estoy convencido que la pandemia nos unió, hizo de nosotros un equipo de profesionales y no profesionales trabajando de forma armoniosa para dar la mejor respuesta posible a nuestros pacientes”, concluyó.